El Día del Juicio ya está aquí. El Creador del Universo ha decidido terminar con todo, y ha elegido un determinado planeta de la Galaxia como aperitivo: el nuestro. Y en ese planeta ha decidido comenzar su labor exterminadora en un diminuto territorio llamado España.
¿Dragones? ¿Meteoritos? ¿Agujeros negros tragándose el mundo? No: Dios es mucho más ingenioso, y no quiere revelarse antes de tiempo. Así que la forma elegida por el Destructor de Mundos es... la crisis económica.
César Vidal tiene las claves.
El día del juicio ha llegado y no ha hecho más que empezar. A menos que se produzca un claro arrepentimiento –volverse hacia Dios y cambiar de mente por utilizar el contenido etimológico de las palabras usadas en la Biblia– lo que contemplaremos en los próximos meses será un desplome continuado de empresas, un crecimiento espectacular del número de parados, un aumento considerable de la inseguridad ciudadana y, finalmente, una crisis institucional de enorme gravedad.
Yo estoy un poco acojonado. Sobre todo por las indicaciones de Don César de que, a menos que comencemos ya mismo a seguir las enseñanzas del Levítico y el Deuteronomio, estamos jodidos. El indica un par de párrafos que son los causantes de la subida del Euribor: yo le sugiero unos cuantos más que, en mi opinión, hacen que Dios nos odie cada día más. Mejor no dejarnos ninguna página, Don César, no sea que la vayamos a liar. Sin ánimo de ser exhaustivos, aquí van algunas de las normas:
Lev 19:19
No harás copular dos animales de especies diferentes. No sembrarás tu campo con una mezcla de dos clases de semillas. Tampoco te pondrás un vestido tejido con hilos de dos materiales distintos.
Lev 24:13
Jehovah habló a Moisés diciendo: "Saca al blasfemo fuera del campamento, y que todos los que le oyeron pongan sus manos sobre la cabeza de él. Luego apedréelo toda la congregación. Después hablarás a los hijos de Israel, diciendo: ’Cuando una persona maldiga a su Dios, cargará con su pecado. El que blasfeme el nombre de Jehovah morirá irremisiblemente. Toda la congregación lo apedreará. Sea extranjero o natural, morirá el que blasfeme el Nombre.
Deu 14:3
"No comeréis ninguna cosa abominable. Estos son los animales que podéis comer: la vaca, la oveja, la cabra, el venado, la gacela, el corzo, la cabra montés, el íbice, el antílope y la gamuza. Podréis comer todo animal que tiene las pezuñas partidas, hendidas en dos mitades, y que rumia. Pero de los animales que rumian o de los que tienen la pezuña partida no comeréis éstos: El camello, la liebre y el conejo os serán inmundos, porque rumian pero no tienen la pezuña partida. También os será inmundo el cerdo, porque tiene pezuña partida pero no rumia. No comeréis su carne, ni tocaréis sus cuerpos muertos.
Estos podréis comer de todo animal acuático: Podréis comer todo lo que tiene aletas y escamas. Pero todo lo que no tiene aletas ni escamas no lo comeréis; os será inmundo.
Podréis comer toda ave limpia. Pero éstas son las aves que no comeréis: el águila, el quebrantahuesos, el azor, el falcón, el milano y el buitre, según sus especies; todo cuervo según su especie; el avestruz, el corvejón, la gaviota y el halcón, según sus especies; la lechuza, el búho, el calamón, el pelícano, el gallinazo, el somormujo, la cigüeña y la garza, según sus especies; la abubilla y el murciélago
Deu 20:10
Cuando te acerques a una ciudad para combatir contra ella, le propondrás la paz. Si te responde con paz y te abre sus puertas, toda la gente que se halla en ella te rendirá tributo laboral, y ellos te servirán. Pero si no hace la paz contigo, sino que te hace la guerra, entonces la sitiarás. Cuando Jehovah tu Dios la entregue en tu mano, matarás a filo de espada a todos sus varones. Solamente las mujeres, los niños, los animales y todo lo que haya en la ciudad, todo su botín, podrás tomar para ti y comer del botín de tus enemigos que Jehovah tu Dios te entregó. Harás esto con todas las ciudades que estén muy distantes de ti, que no sean de las ciudades de estas naciones de aquí. Pero en las ciudades de estos pueblos que Jehovah tu Dios te da por heredad, no dejarás con vida a ninguna persona. Los destruirás completamente, como Jehovah tu Dios te ha mandado: heteos, amorreos, cananeos, ferezeos, heveos y jebuseos. De esta manera no os enseñarán a imitar todas las abominaciones que ellos hacen para sus dioses, de modo que pequéis contra Jehovah vuestro Dios.
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