Hace un tiempo, una persona (por otro lado muy simpática), vino a solicitar mi firma para una iniciativa popular. Me dijo que se sentía muy ofendida por una obra de teatro que consideraba blasfema para los católicos, y con la recogida de firmas quería que ese tipo de cosas fuera ilegal y condenable a multas o cárcel.
No se lo dije, pero yo me sentí también muy ofendido por solicitar mi firma para tal cosa.
Pienso que hoy no me habría callado como entonces. Ya que estamos en ese plan (sectores musulmanes solicitan degollar a todo aquel que pinte caricaturas del Profeta, sectores católicos solicitan encarcelar a todo aquel que haga obras de teatro satíricas contra Dios) yo también quiero defender a ultranza mis creencias en todos los ámbitos, y solicito de la Autoridad competente una ley que impida que nadie me ofenda lo más mínimo en mis creencias profundas.
LEY ORGANICA 1/2006 ACERCA DE OFENSAS A CREENCIAS U OPINIONES INTIMAS
Artículo primero:
Se aplicará pena de multa gordísima a toda aquella autoridad religiosa que afirme que mis (nulas) creencias religiosas me hacen una persona incompleta, que mi vida no tiene sentido, que merezco compasión por parte de mi familia y amigos y que se ven en la imperiosa obligación de evangelizarme. Me fastidia mucho cada vez que hacen eso desde un púlpito.
Artículo segundo:
Se aplicará pena de cárcel de uno a tres años a los periodistas de la cadena COPE, pues escucharlos cinco minutos me provoca tensión, diez minutos me provoca ansiedad y quince minutos me provoca ataques de histeria acompañados de temblores. Mis creencias patrióticas, sociales, políticas, científicas y también religiosas se ven brutalmente violadas, y sin vaselina.
Artículo tercero:
Se aplicará pena de cien latigazos a todo aquel que afirme que "El Real Madrid es el mejor equipo del Universo" o "El Barsa es más que un club" o "El fútbol es una forma de vida diferente que tú no puedes entender porque eres una persona triste y aburrida". Estas afirmaciones ofenden profundamente mis convicciones de que el fútbol era originalmente un divertido deporte, y que ha quedado convertido en un repugnante negocio donde los jugadores ganan obscenas cantidades de dinero por dar patadas a una pelota.
Artículo cuarto:
Se aplicará pena de visionar diez veces las 6 películas de la saga de George Lucas, en secuencia cronológica, y otras diez veces en secuencia de fecha de estreno, a todo aquel que afirme que "Star Wars" es cine para niños y qué "cómo te pueden gustar esas películas de bichos". Esos comentarios me ofenden en lo más visceral de mis creencias.
Lo cual firmo y rubrico como Jefe del Estado,
YO, EL REY
(--esto también me ofende bastante - mucho cuidao)
Perdón: YO, LA PRINCESA LETIZIA
(--eso está mejor, gracias)
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