miércoles, 1 de marzo de 2006

Mientras tanto, en un país muy lejano...

-Mira ¿ves ese coche que viene por ahí?
-Sí.
-Pues es como el mío, del mismo modelo. Mira qué chulo. Anda a 900 km/h.
-Querrás decir a 90 km/h.
-No, anda a 900 km/h. ¿Es que no lo has visto pasar?
-No, yo he visto un coche pasar a unos 90 o 100 km/h como mucho.
-Eres un miserable.
-¿Perdón?
-Eres un miserable y un envidioso porque no te gusta mi coche. Y por eso te atreves a asegurar que va a 90 km/h cuando está clarísimo que va a 900.
-Es que va a 90, tío. ¿Cómo va a ir un coche a 900? Que no es un avión.
-Gusano despreciable. Está clarísimo para el que lo quiera ver, que ese coche iba a 900 km/h.
-A ver, a ver. Si ese coche fuera a 900 km/h, de momento, tú y yo estaríamos ahora mismo sordos, y seguramente tirados en el suelo por la onda expansiva.
-Las cosas que llegas a decir para menospreciar mi coche. Miserable gusano.
-Oye, un poco de respeto. Venga, demuéstrame que iba a 900 km/h.
-No hace falta. Es evidente. Fijate en su línea deportiva. Es un coche cojonudo y el que lo niegue es un cabrón. Demuéstrame tú que iba a 90, cabrón.
-A ver, tranqui ¿eh? ¿Ves esas rayas de la carretera? Están separadas 100 metros. El coche ha tardado en recorrerlas cuatro segundos así que...
-¿Cuatro? Ja. A ver ¿dónde tienes el cronómetro?
-Bueno, euh, no tengo, pero aproximadamente han sido tres o cuatro segundos, ¿ves? uno... dos... tres...
-Así que no tienes ni puta idea. ¿Ves? Manipulador. Además ¿has tenido en cuenta el rozamiento con el aire, el viento de cola y la fuerza de Coriolis?
-No, pero bueno,...
-Ja, ja, ja, qué absurdas son tus patéticas excusas.
-... aun con todo eso, digamos que iba a 100 km/h. Venga, ni pa tí ni pa mí, 120 km/h. ¡Pero 900 km/h...!
-Mira, tío, eres un maldito cabrón. Aun así niegas la evidencia. Iba a 900 km/h. Todo lo haces por quitarle importancia a mi coche porque te crees que el tuyo es mejor. Ahora mismo voy a ir a decirle a todo el mundo que eres un estafador y un cabrón y un maleducado.
-¿Ah, sí? Pues vete a tomar por culo con tu coche supersónico.
-¿Lo ves? Eres un maleducado. Y además no solo odias mi coche, está claro que odias todos los coches que corran más que el tuyo. Seguro que sales por la noche y les rajas las ruedas ¿verdad, cabrón?
-Pero ¿qué coño dices?
-¿No lo niegas, verdad? Ya lo sabía yo. Como vea un policía te denuncio... cabrón.


(...to be continued)

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