Con qué facilidad pasa uno de la tranquilidad más aburrida, abotargante, desesperante, al estrés más desconcertante y apabullante. En el trabajo, quiero decir. Si combinas esa dualidad de condiciones con una temperatura gélida (<22>
Ya vienen las vacaciones. Temo que estas serán de las de "madre madre madre Dios sabe la que me espera cuando regrese".
No me gusta que sean así: ya sufrí un par de esas hace años y no quiero que vuelva esa sensación.
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