miércoles, 10 de agosto de 2005

Apuntes del natural

En un luminoso pueblo de la costa, tampoco vamos a hacer grandes progresos. Pero lo hemos intentado.

A simple vista, la constelación de la Lira. En agosto y a medianoche, está justo sobre nuestras cabezas. Vega es la estrella más brillante que vemos, si nos tumbamos en el suelo de la terraza mirando hacia arriba. Saco mi cuaderno y un lápiz.



La misma constelación, a través de los prismáticos comprados en el mercadillo del pueblo, por 12 euros, a un marroquí. "Barato, paisa". El cachondo quería 15. Al día siguiente los vi en el pueblo de al lado por 10. Ejem.



Las dos estrellas de la base, con el telescopio a mínima potencia. Me pongo a dibujar (recordar que la imagen en el tele sale reflejada). Desde abajo me preguntan qué coño hago, que llevo una hora ahí y me voy a dejar la vista.



Hay algo borroso, que no puedo identificar. Con más aumentos se ve como una nube, diferente de cualquier estrella. Con la luz que hay en el cielo del pueblo es imposible diferenciar más, por más que me esfuerzo. Creo que sé lo que es: llevo dos noches buscándola. Pero Internet me da la respuesta definitiva.




La nebulosa del anillo, M57. Con una buena cámara (y un sitio oscuro) se vería así.



Estoy contento, no está mal para el primer día en serio.

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