domingo, 19 de marzo de 2006

La cultura al alcance de todos

En efecto; el otro día iba andando con K por el Carrefour, tras haber adquirido múltiples productos para el hogar, cuando nos topamos con una especie de puesto callejero en medio del centro comercial. Las dependientas iban con delantal, había balanzas para pesar la compra, y en las cajas había... libros.

Montones y montones de libros, apilados como patatas. Y un cartel: "Libros al Peso. La cultura por fin al alcance de todos". Incrédulos, acudimos a observar aquello más de cerca. En efecto, tú cogías los libros que te gustaban de la pila (había diferentes pilas, cada una con un precio/kg), la señora te los pesaba, te los ponía en una bolsa y pa casa.

Mientras veía a la gente revolver en los cajones, las Novelas Ejemplares de bolsillo con las Grandes Recetas de Rajputana, echando a un lado una guía de viajes por Aragón y separando a Baudelaire de Tom Clancy, reflexioné sobre todo aquello. A qué sociedad hemos llegado, donde la literatura inmortal se vende como fruta, donde se valora más un pesado tomazo de conspiraciones de Pío Moa frente a una pila de ediciones de bolsillo de Dumas o Larra. ¿Es esta la cultura que nos prometieron?

¿Cómo osan almacenar, como si fueran patatas idénticas, tesoros valiosísimos mezclados entre libros de recortables o manuales de bricolaje? ¿Y si después de media hora de hurgar en el montón, me quedo sin encontrar una novela que llevo años queriendo leer, quizás alguna obra que Lope de Vega o Garcilaso tardaron años en pergeñar, porque está debajo de diez kilos de novelas de Danielle Steel? ¿Sherlock Holmes o Platón luchando por salir a la superficie en un mar de libritos de jardinería?

Estuve ahí, reflexionando un rato sobre el mundo moderno y la sociedad de la información, donde la información suele ser una mierda y la modernidad se quedó en los años setenta. Solté un suspiro, resignado.

Así que pedí a la chica que me pesara uno de cuarto de kilo, lo pagué y me fui a casa. Y es que ¡coño, sólo un euro y medio! ¡Menuda ganga!

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