jueves, 7 de marzo de 2002

Pensamientos radicales

Quiero irme a la playa. Pero ya.Tan sólo quedan unos pocos días. En unos pocos días cogeré el coche,lo llenaré con mis cosas, cogeré a mi persona favorita (que no mencionaré aquí) y conduciré hasta la playa. Allí sentiré la brisa en mi cara... caminaré descalzo por la arena fría mientras escucho el batir de las olas... contemplaré los barcos que entran a puerto, y los que se preparan para partir... Me esconderé entre las dunas a observar a las garzas (si es que están por aquí ahora mismo). Me tumbaré en la arena a mirar las nubes. Me meteré hasta los tobillos en el agua. Y el único pensamiento que tendré acerca del trabajo, los ordenadores, la oficina y los clientes serán ese pequeño chispazo de rebeldía que me llenará la cabeza en algunos momentos... "y si no vuelvo?" Ciertamente, qué pasa si de repente digo que no vuelvo? Que paso de andar saliendo del trabajo a las 9 de la noche? Que no quiero llegar a casa cansado y nervioso porque hay cosas urgentes para pasado mañana? Que paso de que los desgraciados me adelanten a 150 km/h en la M-40 cuando intento llegar a casa a dormir? Soy libre ¿no? Podría hacerlo. Qué ocurriría si lo dejo todo y cambio mi vida radicalmente? Sé que no tendré valor y que, tras pocos días en la playa, volveré a Madrid a la puta rutina... un poco más energizado, eso sí, pero a lo mismo. Pero ahora sé que esta rutina me va a durar poco, no va a ser como otros años que voy a la playa y me saltan las mismas ideas a la cabeza. Este año tengo una meta, un motivo para cambiar de vida. Quizás no radicalmente pero pienso acabar con los agobios, las prisas y volver a casa a las tantas. Ha habido varias señales en mi vida que me han hecho reflexionar. La decisión ha sido tomada. Y la fecha límite es el 31 de diciembre de 2002.

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