miércoles, 20 de marzo de 2002

Isn't it ironic

Ha sido un puente movidito. Cuatro días, nada menos. Y han ocurrido cosas de todo tipo, algunas deliciosas y algunas lamentables.

Viernes: Llueve. Mi otra mitad y yo decidimos salir a visitar barrios de Madrid en los que haya pisos interesantes. Llueve. Aparcamos el coche en un centro comercial, antes de comenzar, para comprar algo. Llueve. Descubrimos, con horror, que nos hemos dejado las llaves y el teléfono móvil dentro del coche. Totalmente a la vista. Llueve. Y mucho. Una hora después, finalmente mi cuñado me trae las llaves de repuesto. Entramos en el coche. Deja de llover. Como decía Alanis Morrissette "Isn't it ironic".

Sábado: Mi avión R/C por fin tiene todos sus componentes y decido hacer la prueba de fuego: arrancar el motor por primera vez. Me llevo a mi mitad y a mi jefe de mecánicos a un sitio apartado (polígono industrial), ponemos el avión y los componentes en la acera y probamos a arrancarlo. No funciona. Lo intentamos varias veces. Nada. La hélice sale disparada y en un par de ocasiones peligra nuestra integridad física (en realidad no, pero nos gusta pensar que nos jugamos la vida) En ese momento comienza a llover. Nos apiñamos dentro del coche 3 personas con un avión enorme y varias cajas voluminosas. Deja de llover. El cielo nos regala un fantástico arco iris pero ante el riesgo de nuevos chaparrones que pudieran dañar el instrumental electrónico, decidimos irnos a casa.

Domingo: Enciendo el PC de casa y me surgen unos divertidos errores de lectura en el disco duro número 2. Dejo al Scandisk trabajando y salgo con mi mitad a ver barrios todo el día.
Cuando vuelvo por la noche, descubro con espanto que toda la partida de VGA Planets que tenía con el Paco Tovarich y el Paco Galadoriano ha desaparecido de la faz del disco. Por suerte el Scandisk me ha dejado los trozos repartidos en varios directorios; en una heroica labor de ingeniería consigo reconstruir los datos perdidos y la partida. Pa habernos matao.

Lunes: Como mi mitad trabaja, y yo no, yo decido hacer un tour por Madrid buscando barrios interesantes. Me descubro paseando por las riberas del Manzanares entre patos. Paso por la puerta de un bar abierta y un tipo me mira desde dentro. Un tipo sospechosamente parecido a Tonino, de Caiga Quien Caiga. Me resulta curioso. Continúo andando. Cinco segundos después me cruzo con un tipo sospechosamente parecido a Juanjo de la Iglesia, de Caiga Quien Caiga. Me resulta curioso. Mi mente establece en este momento una relación lógica entre dos deterioradas neuronas. Me vuelvo y observo al individuo sospechosamente parecido a Juanjo entrar al bar donde está el individuo sospechosamente parecido a Tonino, y se pone a hablar con él. Mis dos neuronas brillan de satisfacción.

He recuperado la fe en la lógica (!). A veces mi fe inquebrantable en la lógica (que no mi ateísmo recalcitrante, eh) se tambalea cuando intento aplicar la lógica a una supuesta ley universal para que la gente no se mate entre sí, o al menos viva en paz, más o menos.Voy a una tienda de hobbies y comento el problema con mi avión. Me dan un par de consejos y una hélice nueva.

Martes: Me siento fatal. Igual de fatal que mi hermana hace 4 días o mi madre hace 3 días. Al principio lo achacamos a la mousse/tortilla/revuelvo/como-se-diga de lechuga y sésamo que hizo mi cuñado, pero 3 días después esa relación queda anulada. Se supone que se quita en un día. No sé que trastorno será éste pero parece una gripe de 24 horas.A pesar de ello, pruebo de nuevo mi avión. ¡Funciona! Hace un ruido de mil demonios. Renuncio a hacer más pruebas en mi casa por temor a que los vecinos se amotinen contra mí. Esperemos al sábado. Ya queda menos para irme a la playa.

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