domingo, 18 de septiembre de 2005

Dolmen

Ay! Qué pocho. Ya ha venido el otoño y ya lo noto yo, pero bien. Así que mientras degusto en mi sillón favorito un vaso de delicioso Dolmen efervescente (elimina los síntomas del trancazo) me preparo para contar alguna que otra cosa, querido diario, que hace varios días que no te doy un tiento.

Y ¿qué voy a contar? En el trabajo tengo un joven padawan al que contar cosas del maravilloso sistema que estamos montando y guiarle por los caminos de la Fuerza. Sería una cosa super-chuli si no fuera porque estamos hasta arriba de curro... temo que el chaval se abrume de todas las cosas que le vamos contando, siempre con prisas. O que no le esté prestando toda la atención que debería... pero bueno, seguiremos en ello. Seguro que Obi-Wan Kenobi pasó por lo mismo... (y así le fue, ejem)

Hablando de Obi-Wan, la otra mañana tuvimos que levantarnos muy pronto para llevar a mi suegro a una leve operación. Miré por la ventana por casualidad, y oh, allí estaba Orión en todo lo alto. Eché mano al telescopio y para mi regocijo pude hacer un pequeño dibujo de la nebulosa de Orión, en la "espada" del cazador. Muy curioso.

Tengo un par de fans en internet, que me incitan a que escriba relatos y cuentos cortos. Hay días que estoy más inspirado y días que no... por ejemplo, ahora es uno de los que no. En este instante me limito a transcribir lo que va pasando por mi mente, sin intención literaria alguna. Me gustaría que me fuera más sencillo...

Bueno, mi querido diario, sí, tengo pendiente de contestar el cuestionario de Lord Azanbu... Azanbuli... Aznar... Azlanbul... blinzar ... Dagnir, ya está. Pero será otro día. Ahora te voy a dejar, que voy a pedir comida china por teléfono. Ya te he comentado que están aquí mis suegros por lo de la operación. Me veo dentro de una hora haciendo huevos fritos para dos.... ay.

Y yo, con mi Dolmen.

No hay comentarios: