domingo, 16 de octubre de 2005

Dilemas de la vida cotidiana

Llegó el frío, al fin. Enciendo de nuevo mi lámpara de lava, al lado del ordenador, mientras estornudo una y otra vez.

Mi dilema actual de la vida cotidiana consiste en que me voy a comprar un coche nuevo. No hoy, ni mañana, pero sí muy pronto, como decía Bogart. Quizás en un mes. De momento tengo que sobrevivir con mi cacharro coreliano, pero ¡oh desdicha! pierde agua por una grieta en el radiador. ¿Me voy a gastar 300 mortadelos en arreglarlo para un mes que me va a durar?

Me han dicho que hay un producto que lo echas en el agua y te tapona las grietas, pero he entrando en internet y parece ser que es una mierda.

Ya queda menos para empezar la nanovela. 14 días, creo. Tengo una historia más o menos decente de "nivel 1" pero no quisiera empezar sin haberla detallado al menos hasta "nivel 2" o "nivel 3". Tengo algunos personajes perfilados... pero necesito más. El año pasado quedé muy planchado al quedarme sin ideas al 20% del recorrido... espero que este salga mejor.

Por otro lado Olya, la internauta que vino del frío, ha regresado. Quedamos via SMS en vernos ayer, pero no ha dado señales de vida. ¿Habrá retomado su relación tormentosa con su chico argento-madrileño? Si es así, la perdono. Hm.

Necesito cambiar de pañuelo, llevo un día fatal. Los cambios bruscos de temperatura me destrozan... pero sobreviviré.

Próximamente: La verdadera historia de Anna y Néstor.


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