sábado, 10 de marzo de 2007

Apuntes

Hace bastantes días que no escribo por aquí, es cierto. Ha habido cosas recientes importantes para mí, que no he contado por aquí, y no voy a hacerlo. No porque sean incómodas para la gente que pueda leerlas, sino porque, bueno, uno ha de poner un límite en algún sitio. :)
Aparte de esos detalles, poco más. El trabajo me quita tiempo para escribir: ultimamente estoy muy muy atareado. Me estoy haciendo cargo de parte de la intranet de una empresa, haciendo el trabajo que antes hacía una compañera mía. Es muy interesante y divertido, me piden cosas nuevas que incluir en la web (para que los empleados las vean y las usen), y arreglar cosas que se rompen o dejan de funcionar o no han funcionado la última vez que las han usado. Lo que pasa es que ella (mi compañera) tenía 2 años de práctica haciéndolo; yo me paso el día que no me dejan respirar. Pero me lo paso bien la mayor parte del tiempo.
Estaba hace un rato viendo la tele con K. Parece que últimamente no se habla de otra cosa que de los pollos que se montan con la política y esas cosas. Me cansan muchísimo entre todos. Deberían darse cuenta, unos y otros. Montar pollos y escándalos está muy bien y es divertido, depende de las ideas que tengas, claro; pero a la larga cansa, desmoraliza, y te hace pensar que no vives en el mismo mundo que ellos. Hasta hace no mucho me divertía entrar en algún blog de actualidad y política, y dar mi opinión, tener discusiones interesantes y tal, pero coño, es tan cansino, son todos tan pesados, que pierde la gracia.
Casi hemos terminado de decorar la casa. Ya nos vale, después de ¿cuántos años? Pero los últimos detalles son los más difíciles de encontrar. Además, hemos tenido que discutir hasta la saciedad con los dependientes de... ¿debería decirlo? bueno, diré "unos importantes grandes almacenes". Nos han puesto todo tipo de dificultades y problemas para unas cortinas que nos gustaban. Llamadas, visitas, datos equivocados... Esta mañana lo hemos solucionado finalmente. Yo nunca he sido del tipo que llega a las tiendas y dice: exijo esto, me niego a lo otro, voy a reclamar, y esas cosas. Quizás nunca he tenido problemas así. Pero ahora he tenido que hacerlo, y coño, uno se siente la mar de bien después. :)
También tendré que ir al taller, a que me revisen el Crucero Naboo. Desde la última revisión, el indicador de combustible está medio gilipollas. Después de 200 km no es normal que me baje la mitad, y a la media hora suba al 70%. Vaya, que no es fiable. Y eso, para viajes largos y tal, da un poco de repelús. Menos mal que me guío por el número de kilómetros (1 depósito = aprox 900-1000 km), que si no estaría acojonadito.
Eso me hizo ir más tranquilo el otro día a Segovia. Mi compañero de proyecto en la Universidad se casaba por fin. Allí nos encontramos el equipo de amigos y amigas de la carrera, bueno, tampoco somos tantos: al final dos parejas de compañeros y otras dos parejas donde sólo uno es del gremio. Es una pena que nos veamos tan poco, joder. Es normal, porque cada uno tiene su vida, y quien más quien menos ya anda buscando bebés. Pero da un poco de penilla igualmente ver cómo hemos evolucionado, cómo nuestras conversaciones son mucho más de adultos, cómo nos quejamos todos de los mismos problemas, el trabajo, la casa, el tiempo, el poco tiempo que nos deja esta vida, el poco tiempo que tenemos para disfrutarla. Es curioso que al final todos llegamos al mismo tema.
¿Es que el tiempo se nos va sin que podamos aprovecharlo? ¿O es que deberíamos aprovecharlo un poco menos, y dedicarnos a verlo pasar un poco más?

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