lunes, 29 de enero de 2007

¿Emociones? ¿Aventuras? Un Jedi no ansía esas cosas.

No siento las piernas. Como diría el otro. Ayer me lo pasé limpiando ventanas y repintando una pared. No veas lo cansado que es esto, que ya no tenemos una edad. Eso sí, la satisfacción que queda al final, cuando ves la diferencia sentado en el sofá, resoplando, es inigualable. Todo parece nuevo, recién llegado de la tienda.

El sábado le regalamos a mi primo el "Star Wars Lego" para la PS2. Yo alucinaba. Nunca he estado a la vanguardia en el mundo de los videojuegos, aunque me encantan, pero no estoy dispuesto a estar cada dos semanas yendo a la tienda a gastarme sesenta mortadelos o más en un juego nuevo o hacer cola de noche frente a la FNAC para pillarme la última consola. Es un entretenimiento caro, por eso me conformo con la PS1 que aún me sigue divirtiendo y las versiones antiguas (3 años atrás) de juegos como el Flight Simulator (tampoco estoy dispuesto a estrenar PC cada año).

Así que cuando me puse a los mandos del SWLego, pues disfruté como un enano. K, allí presente, me miraba incrédula, mientras yo saltaba y pegaba voces sobre el sofá, invocando al poder de la Fuerza a grandes voces. Creo que internamente se estaba reconsiderando si se había casado con la persona adecuada. Quizás pensaba que al llegar a casa yo iba a coger un cubo y una pala y me iba a bajar al parque de enfrente a hacer castillitos de arena...

... nada de eso. Por favor. Un respeto, una cosa es gustarte un juego y otra cosa ser un tipo adulto, responsable, maduro, hecho y derecho, que sabe diferenciar el momento apropiado para cada cosa.

Por eso, ayer, como digo, me lo pasé pintando y limpiando ventanas y parquet.

Tras lo cual, me enchufé a mi adorable PS1 con el "Star Wars Episode 1" y me dediqué a dar rienda suelta al Reverso Tenebroso masacrando gungans con mi espada. Mwahahahah!!! Muere, bastardo orejudo.

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